Los Estados sufren crisis, que los gobiernos tratan de resolver, y la más grave es la guerra que atenta contra la paz.
La guerra está prohibida por el artículo 2, 4 de la Carta de las Naciones Unidas (Art. 2, 4) cuando dice que los países “se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integración territorial o la independencia política de cualquier estado o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.” 
Sin embargo, Artículo 52, dispone: “Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria  con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.”
La Guerra en Ucrania
El 24/2/22 Rusia, junto a Bielorrusia, invade Ucrania infringiendo esta norma. Putin la justifica 3 días después de haber reconocido la independencia de las regiones separatistas de Donetsk y de Lugansk; declaradas independientes en  2014, el mismo año en que Rusia anexó a Crimea. La agresión de Rusia hizo abandonar de Ucrania a 4,5 millones de personas demás de millones de desplazados internos.
El presidente, elegido por el pueblo, de Ucrania desde 2019 es el Licenciado en Derecho y comediante Volodymyr Zelensky, judío y que habla ruso. El presidente de Rusia es  Vladimir Putín del partido Rusia Unida, de religión ortodoxa y ex miembro de la KGV. Los gobiernos de Rusia y de Ucrania se reprochan mutuamente obrar como el Nazismo.
El 25/2/22 el veto de Rusia impidió aprobar una resolución del Consejo de Seguridad que condenaba la invasión ordenada por Putín ha lanzado sobre Ucrania y que contó con el voto a favor de 11 de los 15 miembros, y 3 abstenciones.
Ésta resolución ordena a Rusia “el cese inmediato del uso de la fuerza contra Ucrania y que se abstuviera de toda nueva amenaza o uso ilegal de la fuerza contra cualquier Estado miembro de las Naciones Unidas”. Y exigía a Rusia retirase inmediata, total e incondicionalmente todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, y reafirmaba el compromiso del Consejo de Seguridad con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.
Ante el veto de Rusia en el Consejo de Seguridad  de la ONU, la Asamblea de la Naciones Unidas con 141 votos a favor, 5 en contra y 34 abstenciones “deplora en los términos más fuertes” la “agresión de Rusia contra Ucrania”  y exige  “ponga fin de inmediato” al uso de la fuera y que “retire de inmediato” todas sus fuerza militares de Ucrania.
La valiente resistencia de Ucrania la justifica el Art. 52 de la Carta de la ONU que declara: “el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales.” Lo que no pudo ocurrir en este caso por el veto de Rusia, el país agresor.
Es urgente que todos los países del mundo breguen para que este conflicto termine de una vez por todas, especialmente teniendo en cuenta que estos países poseen armas atómicas.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, dijo: “Las Naciones Unidas nacieron de la guerra para acabar con la guerra. Hoy ese objetivo no se conseguido. Pero no debemos rendirnos. Debemos dar una oportunidad a la paz.”
Córdoba, abril de 2022.