Luis Alberto Lacalle, ex presidente de Uruguay, dijo hace unos días en visita a nuestra ciudad que la reforma de la Constitución daría a Córdoba una Legislatura unicameral, menos costosa, pero más "poderosa", "porque un diputado en 70 es más "poderoso" que uno en 133".

Y esto es cierto ya que los 70 legisladores deberán pasar un proceso de selección más riguroso que los actuales, dentro los partidos y alianzas -que esperamos lo hagan en elecciones internas abiertas- y tendrán luego que enfrentar un sistema electoral más exigente que el vigente. 

Por de pronto los 35 representantes territoriales, según propone Unión por Córdoba, irán a elecciones en un tramo de boleta con dos candidatos en los 9 departamentos más poblados y uno en los 17 restantes. Con ello queda abolida la listas sábana, y tendrán que convencer a sus votantes de las bondades de su propuesta -más allá del partido a que pertenezcan, y, sin son electos, tendrán que atender sus necesidades y quejas, podrán ser controlados por ellos como votan en la cámara y deberá obligárseles a rendir cuentas de su gestión.

Los otros 35 legisladores, elegidos en el otro tramo de la boleta por una lista proporcional, sin premio para la mayoría ni castigo para la minoría, como en el sistema diseñado por Eduardo César Angeloz, cuando gestó su reelección, que permitió en su reinado la hegemonía de su partido y donde el que ganaba por un voto se llevaba 36 de los 66 diputados y el segundo sólo 20, el tercero 5, el cuarto 3 y 2 el quinto, si pasaban el piso del 2 por ciento de los votos. 

ABOLIR LA LISTA SÁBANA

A ello, luego de la elección del 14 de octubre, debería agregársele el sistema de preferencia, que permite al votante marcar a algunos de los integrantes de la lista con una cruz y así cambiar el orden de las listas de candidatos al momento de asignar las bancas. Esto deberá hacerse luego, ya que es imposible implementarlo en una elección a pocos días de la reforma porque se necesita tiempo para informar a los votantes cómo se marca en la boleta las preferencias. Esta variante al sistema D´Hondt, permite terminar en este tramo de la boleta también con la lista sábana, y obligará a todos los candidatos, cualquiera sea su ubicación en la lista a hacer campaña, ha hacerse conocer y a tomar un compromiso personal con el votante.

Las nueva Cámara deberá sancionar las leyes con doble lectura lo que significa doble debate y doble votación, para suplir la única ventaja que tiene la bicameralidad en una provincia.

Para el juicio político deberá dividirse la Legislatura en dos salas, una para acusar y la otra para juzgar y fallar a cerca de la posible destitución del gobernador, vicegobernador y principales funcionarios del gobierno y la Justicia.

La Cámara tendrá que dictar un nuevo reglamento interno, que contenga también el procedimiento del juicio político; un Código de Ética y otro de Estilo, que asegure una mejor redacción de las leyes. Estas deberá ser publicadas además del Boletín Oficial por internet.

La administración que apoye la gestión legislativa deberá ser mejor gerenciada, deberá contar con un eficiente sistema de información y asesoramiento científico y técnico, para lo que deberá haber una mejor selección, que garantice la idoneidad, en materia de recursos humanos Deberá implementarse el control de calidad, como en la Legislatura del Estado de San Pablo en Brasil, que lo hace a través de las normas de certificación ISO 9002 y un estricto control financiero a través del Tribunal de Cuentas.

Los privilegios parlamentarios, limitados por ley el año pasado, deberán también reducirse en la Ley fundamental a los que garanticen la libertad de debate.

Todo esto abarcará la labor de esta austera Convención Constituyente de 7 días, sin dietas para sus integrantes ni presupuesto, y que deberá modificar 55 artículos, o sea más de un cuarto de una Constitución que tiene 200 y de la que deberá salir una Legislatura moderna, y que será el primer paso de la ansiada reforma política, que esperan no sólo los cordobeses sino todo el país. 

Agosto de 2001.