El impacto que Córdoba sufrió en las reñida elecciones del pasado 2 de septiembre hizo que el gobernador Juan Schiaretti, nombrara el primer día de su mandato, a una Comisión Consultiva de nueve miembros para hacer un diagnóstico y proponer ideas para hacer una Reforma Político Electoral en la provincia. A los seis meses la Comisión produjo un documento titulado Así no va más, el que le fue entregado al primer mandatario, en medio del grave conflicto nacional iniciado por el campo.

Las conclusiones del mismo se sostienen sobre los siguiente ejes:

Ratificar que la política, como ciencia, arte y virtud del bien común, debe volver a estar al servicio de la dignidad de la persona humana.

Robustecer el rol y protagonismo de los ciudadanos en el escenario político, cuyo poder no se demuestra sólo cuando vota, sino cuando participa o protesta, como lo ha hecho con el actual conflicto rural.

Impulsar la educación política, la principal materia pendiente que nos debemos desde la vuelta a la democracia constitucional, en 1983.

Fortalecer a los partidos políticos, con una mayor participación de los ciudadanos, para que funcionen todo el año, y no sólo cuando haya elecciones, difundiendo su ideario, renovando sus propuestas, debatiendo ideas y capacitando a sus dirigentes. Que sus elecciones internas sean abiertas, que los fondos que financian las campañas electorales sean transparentes y que se reglamenten las alianzas electorales. 

Hay que terminar con la proliferación de partidos, que muchas veces son un sello de goma que habilita a presentar en las elecciones a candidatos disidentes de otros partidos o hacer sumatorias, que sólo sirven para llenar de boletas el cuarto oscuro y confundir a los electores.

Fortalecer la representación política y cambiar el obsoleto sistema de votación, que Argentina tiene desde 1912, donde los ciudadanos eligen entre muchas boletas que los partidos ponen en el cuarto oscuro, las colocan en un sobre que depositan luego en una urna; y que a las seis de la tarde son escrutados y contados primero en la mesa, y luego por el juez electoral, que hace el recuento con auxilio electrónico, en base a las actas que recibe los lugares de votación. 

La mayoría de la Comisión pretende cambiar este sistema por el de boleta única donde el elector marca por quién vota, modalidad que propuse en el Congreso en 1990, sinéxito, y que existe en muchos países; pero que hoy ha sido superado por la urnaelectrónica, que es lo que propongo ahora y que se usa en Brasil, en EEUU y en laIndia -las democracias más pobladas del mundo-, lo que permite votar; sin necesidad decuarto oscuro, ni boletas; con sólo pulsar botones, como en un teléfono público; y elescrutinio y conteo de votos se hace a los pocos minutos del cierre de los comicios. EnBrasil las urnas electrónicas permite votar a los ciegos ya que tienen el lenguaje Braile.

El padrón  y las mesas de votación deberán ser únicas, para varones y mujeres; deberá haber un documento electoral distinto del DNI, ya que este es difícil de obtener; y los que no puedan concurrir a los centros de votación, por razones laborales, por tener capacidades diferentes, o por estar de viaje o presos podrán votar por correo.

Deberá regionalizarse la provincia, y cambiar los límites de los antiguos departamentos, para tener una representación territorial más genuina, y para que la prestación de servicios provinciales se desconcentre dentro de los mismos en coordinación con los municipios. 

LA REFORMA CONSTITUCIONAL 

Reformar la Constitución no es imprescindible para hacer la Reforma Política.

La Constitución tiene cláusulas muertas que hay que revivir, como aquella incumplida que obliga en todos los niveles educativo, “el estudio de la Constitución, sus normas, espíritu e institutos”; o las que crearon el Consejo de Partidos Políticos y el Consejo Económico Social, que no funcionan hace años; o la que establece el voto de preferencia, y que hace un lustro espera ser reglamentado.

Otros temas podrían tener consenso para que sean incorporados en la Constitución como el Consejo de la Magistratura, que actualmente funciona por ley; el permitir que haya proporcionalidad en la elecciones de concejales sin que se les conceda la mitad más uno a la primera minoría; o para que el Fiscal General sea autónomo y no dependa del Tribunal Superior ni del gobernador. 

En la Comisión hubo opiniones encontradas, como lashay entre los políticos, respecto del Ballotage y la Bicameralidad. 

Pienso que la doble vuelta no sirve, como algunos creen, para resolver elecciones casi empatadas, ya que esa situación se puede dar tanto en la primera como en la segunda vuelta, o en ambas, y no se puede seguir haciendo elecciones hasta lograr una diferencia aceptable.

Para volver a la Bicameralidad habría que hacer otra consulta popular, ya que fue el pueblo en la consulta de julio del 2001 el que votó para que la Legislatura volviera a ser unicameral, como lo fue hasta 1871 y como lo es en 15 de las 23 provincia y en la ciudad de Buenos Aires.

Estos y otros aspectos del informe de la Comisión Consultiva deberán ser, a partir de ahora, estudiados y debatidos por ciudadanos y legisladores; por mi parte espero poder escribir, dentro de poco otra nota parecida a ésta, pero titulada: Así va mejor.

                                                Córdoba, junio de 2008.